Existen varias personalidades y tipos de pacientes. Es importante para los médicos conocer a cada persona que llega a su Consultorio. Ningún paciente es igual a otro, pero existen actitudes similares para identificarlos. Esto te puede ayudar a saber cómo tratarlos y explicarles adecuadamente el tratamiento para solucionar sus problemas y dolencias.

El Receptivo

Es amigable y colaborador. Entiende la necesidad que tiene y acepta las recomendaciones y sugerencias. No necesita tener un problema de salud para ir al médico, es consciente de la necesidad de los controles.

El desconfiado

Es lo opuesto al paciente receptivo. No acostumbra a ir al médico. Sólo busca un profesional de salud cuando hay alguna emergencia. Cuando cree que se solucionó sus problema, deja de asistir a las consultas, no sigue el tratamiento recomendado y es escéptico a todo lo que el médico le dice.

El analítico

Pide información detallada, tiene una mente técnica y emotiva. Le cuesta tomar decisiones rápidas. Puede ser histérico y pone en duda la profesionalidad de los doctores. No se conforma fácilmente. Probablemente ya ha pasado por varios médicos por el mismo motivo.

El pasivo

No da ningún problema. Opina muy poco. Es lo opuesto al paciente analítico, no muestra mucho interés por los detalles. Acepta las decisiones del médico sin ninguna objeción.

El impulsivo

Toma decisiones rápidamente, se concentra en los resultados y quiere ahorrar tiempo. No le gustan mucho las charlas, tiene la personalidad de una persona de negocios, es organizada y asertiva.

Ten en cuenta el tipo de pacientes que atiendes cada día y trata sus necesidades de acuerdo a su personalidad dentro de lo posible. Así se sentirán a gusto contigo y seguirán asistiendo a tu Consultorio.